Hoy, todavía es ayer.

“Mañana dirán que estuve aquí.
Nadie supo que fui feliz,
Nadie pudo verme cantar…
Porque todavía es ayer.”
Joel Regalado

1
Qué tiene el mar que no cesa sus delirios y quejas baratas,
Qué tanto de voyeur tiene el sol cuando cuela sus rayos
de ojo tuerto por las hendijas de la memoria y el delirio.
Qué sabe el puente de abismos y riscos, de acantilados
Y aguas turbulentas que apuestan abajo por su derrumbe.
Qué dice el ruiseñor a la flor
si sus pétalos hieden y bostezan de hastío.

2
Qué día es hoy, si ayer nunca supimos la verdad falseada.
Qué daga no sueña con la gloria de la carne y de la sangre.
Qué sangre no busca en la herida su redención final.
Qué final no fue comienzo de anunciada gloria,
Qué gloria queda en las manos si hemos perdido
Los dedos que mambrú se llevó a la guerra.
Qué origen, qué designio si la muerte teme a la quimera,
Al dos por dos que nunca es cuatro,
Al enigma que no cabe en los triángulos isósceles.
Qué sueñas, si el reloj retrocede,
si la frente dormita entre flasbacks de malhumores,
Si la lluvia rehusa caer sobre lo mojado.

3
En la lucha por la cabellera, igual que a Sansòn,
los ojos te arrancan el miedo al amor,
pero si alguien se olvida de afeitarte
Las barbas del profeta siguen creciendo y creciendo,
como crecen las mentiras de los dioses ajenos.
Ah!, y Dalila sigue fumando un cigarrillo de opio,
mientras los filisteos rondan el patio
en busca de venganza.
Qué lucha, qué libre, qué ojos,
Qué miedo, qué caida en nockout.
Qué Lázaro, qué tumba, qué despojo.
Qué mortaja, qué sed, qué deseo,
Qué busco, qué tengo, qué muero.

4
Segismundo: el mundo no es mundo
aunque digas en serio que la vida es el sueño
que nunca soñamos ni jamás soñaremos.
-“El mañana ya es hoy, Ninoska.
Y hoy, todavía es ayer”-.

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