El gusano del tequila.

(Para las personas anónimas que disfrutan comentando en este blog)

“…pero los muertos están en cautiverio
y no nos dejan salir del cementerio.”
Serrat.

Hoy he recibido un anónimo de esos que quisieran arrancarte la yema de los dedos y las uñas de los pies,
y taparte la nariz a fuerza de vocablos polizontes
y deseos atragantados.
(Perdonadme, hoy los adjetivos se me salen
de las manos sin quererlo)

Me dice la nota que plagio a diestra y siniestra.
Que soy otra o que soy otro.
Que soy monstruo de dos cabezas,
que busco lo que no tengo
o tengo lo que no busco.

Pues bien, puede que tengas razón, amigo o amiga anónima.
Hay versos que no tienen apellido, porque se les borra el nombre, para que no hagan daño.
Hay nombres enajenados, huérfanos de mayúsculas y acentos diacríticos.
Hay alias que vinieron debajo del brazo, como panecillos milagrosos, a nutrir la timidez del ombligo.
Hay palabras nuevas para callar mentiras piadosas.
Hay voces del otro lado buscando descanso en avemarías,
Y no hay nadie para consolar estos versos.
Lo sé yo, lo sabes tú. Lo anónimo que tengo se pierde en el boomerang de mi falda negra. Bien quisiera yo que la palabra anónimo fuera un monosílabo y no ese esdrújulo
torpe y azaroso.

Un masajista me dijo que la farsa es como la mismita verdad, solo que puesta a soñar.
Un sepulturero me confió que la mentira cabe en una hoja de papel y puede tragarse todas sus líneas verticales.

Quieres saber quien soy?
Te marean las incógnitas?
Te rejoden los enigmas?

Pues bien, aquí te va…aquí te voy:

“Mi dolor es anónimo. Mi sonrisa no me pertenece.
En los pies tengo tatuado un INRI intermitente.
En mi vagina puede caber el mundo, aunque sea frígida,
aunque sueñe con ser ninfómana, aunque me masturbe con los deditos del silencio.
Aunque busque un péndulo a la misma imagen y semejanza del falo.
Aunque arroje a los cerdos mis deseos profanos”

El que tenga oídos para oír que oiga su propia lamentación.
El que piense que no tenga pecados, ni deudas por pagar a rédito, que me tire a mansalva la primera piedra.

Y ya que entramos en convite, y puedo tutearte:
Qué te parece amiga/amigo anónimo,
si me invitas a fumar un cigarrillo
y a bebernos el gusano del tequila?

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